La ciudad de Ávila ha comenzado a probar de forma experimental, en dos pasos de peatones, un sistema pionero diseñado por el empresario abulense Jaime Espí, para reducir los atropellos en la ciudad mediante una advertencia de tipo luminoso.
El prototipo consiste en una señal intermitente que a modo de peatón alerta a los conductores para que reduzcan la velocidad y presten mayor atención al paso de personas en dos puntos precisos de la capital abulense.
El Ayuntamiento ha elegido la céntrica Avenida de Portugal y el Paseo de Don Carmelo para instalar este sistema pionero, con el objetivo de probar su rendimiento durante un tiempo, antes de decidir si su uso se extiende a otros lugares.
El proyecto ha sido diseñado por la empresa abulense Montajes Eléctricos Espí, cuyo responsable, Jaime Espí, ha realizado la patente para toda la Unión Europea, con la esperanza de que su posible éxito permita su exportación a otras ciudades.
De esta manera confía en mantener los 21 empleos de la plantilla e incluso aumentar los puestos de trabajo.
Todo dependerá del resultado de este sistema que, aunque puede sufrir mejoras en el futuro, por el momento incluye varias lámparas led que iluminan desde el interior la figura de un peatón de tamaño natural, así como un proyector de halógeno metálico de 70 watios, que enfoca directamente al paso de peatones.
En el caso del monolito ubicado en el Paseo de Don Carmelo, el prototipo cuenta con una columna entera, con un proyector de 150 watios.
El sistema, que está conectado a la red eléctrica, no tendrá ningún coste añadido para el Ayuntamiento de Ávila, ya que este proyecto piloto reserva un espacio para incluir los anuncios publicitarios que financiarán su coste.
No obstante, la publicidad irá instalada en el reverso de estos monolitos, para impedir que los mensajes o fotografías que se sitúen en el mismo puedan distraer la atención de los conductores.
Jaime Espí pretende que Ávila se convierta en un modelo para otras ciudades que lo quieran aplicar en el futuro, tras comprobar sus resultados en las próximas semanas.
El teniente de alcalde de Seguridad en el Consistorio abulense, José Francisco Hernández, ha sostenido que Ávila es una ciudad "amable" para los peatones y el ciudadano que transita por sus calles debe sentirse "cómodo y seguro", ya que "no existe una siniestralidad alta".
En este sentido, ha afirmado que no se ha determinado en la ciudad una "zona" o "vía pública" donde exista un punto negro, si bien hay zonas que soportan un tráfico de "más de mil vehículos" a la hora, debido, sobre todo, a la "bastante" dependencia del vehículos privado que existe entre la población.
Después de cinco años sin atropellos mortales en la capital abulense, el pasado 27 de enero falleció en un hospital de Salamanca A.J.L., un hombre de 70 años, que había sido atropellado la noche anterior en la Calle Zamora, en la zona norte de la ciudad.
Según informó el Ayuntamiento, el impacto del vehículo sobre el peatón se produjo cuando este último se encontraba en la calzada "sin existir allí paso de peatones".
No obstante, el teniente de alcalde siempre ha defendido que Ávila no cuenta con un índice elevado de atropellos, dentro de las ciudades de dimensiones similares.
Fuente: ABC
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