sábado, 4 de febrero de 2012

Emprendedores abulenses

Diego del Nogal es emprendedor desde los 24 años. Creó su propia empresa el 25 de diciembre de 1999, un buen regalo de Navidad, sin duda. Se trataba de un ciber orientado a juegos en red y conexión a internet. Durante tres años fue su principal negocio hasta que en 2003 montó una empresa de diseño y desarrollo web que en la actualidad cuenta con cuatro trabajadores.

Isabel Hernández eligió una fecha más romántica para comenzar su propia actividad empresarial. El 14 de febrero de 2006 fundó una agencia de comunicación y organización de eventos, “el único año que he celebrado San Valentín”, bromea. Después montó una consultoría de externalización y exportaciones y el próximo 24 de febrero presentará de manera oficial su nuevo proyecto: un medio de comunicación digital.

Estos dos empresarios se conocieron, tal y como contaron a Ical, a partir del programa municipal ‘Ávila activa’ y dieron un paso más después de entrar en contacto con los creadores del grupo Iniciador Madrid cuya filosofía no es más que la de constituir un foro de encuentro entre emprendedores para el intercambio de experiencias. A partir de ahí, formaron junto a otras tres personas, Greg Gago, Joaquín Peralta y Félix López, la matriz del grupo Iniciador Ávila que fija su creación en diciembre de 2010 y que el próximo 24 de febrero celebra el aniversario de su primera reunión.

El balance de este primer año de trabajo, aseguran, es positivo porque han logrado consolidar un grupo de unas 25 personas que se han hecho habituales a lo largo de los cuatro encuentros que han organizado en este tiempo y en los que han contado con compañeros de grupos de otras provincias. En Castilla y León Iniciador está presente en León, Salamanca, Valladolid, Burgos y Ávila; aunque transgrede las fronteras nacionales ya que también hay delegaciones en ciudades como Montevideo, Londres o Silicon Valley, en San Francisco. Además, este año Iniciador se ha constituido como fundación.

“Se trata de una forma menos burocrática de encontrar sinergias y de entablar contacto con gente muy competente que te trata de tú a tú”, afirma Isabel. “Comparten sus conocimientos con una generosidad increíble y te ayudan ante cualquier tipo de situación empresarial que se te plantee: financiación, internacionalización, gestión de equipos”, añade Diego, ya que la relación con el resto de grupos aseguran que es muy directa.

Los futuros emprendedores también hallan su hueco en Iniciador. Es el caso de Félix López Garcinuño que aunque ahora mismo completa su formación en Ingeniería Informática tiene claro que su camino profesional será por cuenta propia y ya rondan su cabeza ideas sobre una empresa de prestación de servicios tecnológicos. “Para mí Iniciador es como un máster en el que adquieres habilidades disciplinares muy útiles en todos los ámbitos a los que luego poder aplicar la tecnología”, explica.

Sorteando la crisis

Ante la pregunta de si son los tiempos de crisis buenos para emprender hay diversidad de opiniones. Por una parte, Félix reconoce que la escasez de recursos agudiza el ingenio para el desarrollo de proyectos viables, pero Diego tiene claro que las dificultades de acceso al crédito son un obstáculo fundamental. “Sin financiación no hay inversión; es el motor de la economía y por eso está todo tan parado ahora mismo. Puede que donde una persona ve un problema, otra vea una oportunidad, pero habrá más oportunidades cuando las cosas vayan bien”, sentencia.

Conseguir mantenerse a flote implica un esfuerzo mucho mayor en situaciones críticas como la que atravesamos que se traduce en mayores quebraderos de cabeza para ajustar presupuestos. Isabel recuerda que su agencia de comunicación marchó bien hasta 2009 y que en los últimos ejercicios ha visto cómo su facturación bajaba. “Me está costando más, pero mantengo mi actividad”, subraya, a la vez que reconoce que debido al mal momento que atraviesan las exportaciones españolas la consultoría lleva inactiva un año. En este punto añade que la mentalidad de sus clientes potenciales en una ciudad como Ávila, es mucho más cerrada y temerosa a la innovación que en otros lugares como Madrid.

No es la única dificultad con la que estos emprendedores se han topado en su camino. Isabel apunta a la morosidad de las instituciones como una traba importante que afecta al desarrollo diario del negocio y también a la obligatoriedad de declarar las subvenciones ante la Agencia Tributaria antes de haber podido amortizarlas, por lo que la cantidad concedida merma “justo en el momento en el que más lo necesitas”, lamenta la emprendedora.

Por su parte Diego señala la complejidad de los trámites burocráticos que deben superarse antes de montar una empresa y los costes que estos trámites implican. “Emprender requiere gastos ajenos a la actividad que surgen antes de empezar a facturar”, comenta, a lo que Félix añade que ocurre lo mismo con las cuotas de autónomo “que al principio debes pagar de tu bolsillo y que debes abonar, factures o no”.
Perspectivas para 2012

Se mire por donde se mire, las perspectivas económicas para el presente año no son precisamente esperanzadoras: recesión, paro y recortes son las consecuencias del diagnóstico que desde diversos sectores se hace de la economía española. A pesar de que Isabel asegura que viven el día a día, Diego reconoce que “hay mucho pesimismo en el ambiente, por lo que no queda otra que echarle tesón, arrojo y a por todas”.

En este sentido, ven con buenos ojos las medidas adoptadas por el Gobierno dirigidas a ayudar a los emprendedores como el de no tener que abonar el IVA de las facturas que aún no se han cobrado o la ayuda para la contratación del primer trabajador. Aún así, tal y como matiza Isabel, que nadie espere milagros porque los resultados tardarán en llegar y no surtirán efecto de hoy para mañana.

Félix, Diego e Isabel coinciden en apuntar a la actividad emprendedora como una tabla de salvamento para las escandalosas cifras de paro del país. El recorte del gasto implica que la empresa pública vea reducidas al mínimo sus posibilidades de crear puestos de trabajo, por lo que la solución pasa por las sociedades privadas. “Falta mentalidad emprendedora”, critica Isabel que advierte que tardaremos más de una década en acabar con los cinco millones de parados si muchos de ellos no intentan crear su propio puesto de trabajo.

Fuente: El Norte de Castilla

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