Así lo ha denunciado esta organización agraria en un comunicado, en el que ha criticado la "dejadez y pasividad" tanto de la Junta de Castilla y León como del Gobierno central, en la "erradicación de enfermedades ganaderas como la brucelosis", que en este caso "ha provocado el sacrificio obligatorio de más de 400 reses".
Esta circunstancia se ha producido en un pequeño municipio de 210 habitantes, situado a 50 kilómetros al sur de la capital abulense y al norte de este macizo, donde existen 27 ganaderías que suman en torno a 2.000 reses.
De las 27 ganaderías existentes en San Martín de la Vega del Alberche, tres han tenido que sacrificar todos sus animales, la última, integrada por 160 vacas, el pasado 7 de julio.
A esta cantidad se suman otras siete ganaderías que han dado positivo en los controles realizados, lo que a juicio del presidente de ASAJA en Ávila, Joaquín Antonio Pino, "amenaza con terminar con el sector ganadero en la comarca", con los consiguiente "efectos irreversibles en términos de despoblación y la ruina literal de las familias de los ganaderos afectados".
Por ello, Pino ha solicitado una reunión "al más alto nivel" con responsables de la Consejería de Agricultura y Ganadería, para "buscar una solución a este problema" sanitario que, además, "impide al ganadero volver a trashumar durante años", teniendo en cuenta la importancia que esta práctica tiene en la zona.
Según Joaquín Antonio Pino, la incidencia de la brucelosis en este municipio "está poniendo en grave riesgo la cabaña ganadera de la localidad y sitúa en la cuerda floja a toda la comarca", dada su dependencia de este sector y "una de las más afectadas" por los problemas de saneamiento ganadero y los ataques de lobos.
Al respecto, ha pedido a las autoridades competentes "actuaciones eficaces que garanticen el futuro de la comarca", a la vez que las ha exigido que "de una vez por todas resuelvan este problema de saneamiento ganadero".
A su juicio, la solución pasa por el "rediseño de los programas de erradicación de las enfermedades animales teniendo en cuenta la explosión demográfica de la fauna salvaje".
Para Joaquín Antonio Pino, resulta "urgente un cambio de modelo que diferencie entre la ganadería intensiva y extensiva, ya que en la actualidad no existe un auténtico programa nacional de vigilancia y control sanitario de los animales silvestres".
Por ello, ASAJA cree "necesario hacer compatible la existencia de fauna salvaje con la actividad ganadera, cuestión que en la actualidad no se da por el mal diseño de los programas sanitarios que elabora el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino".
Según la organización agraria, la indemnización que recibe el ganadero por cada animal sacrificado supone "apenas un tercio de su valor real, con ayudas a la reposición del ganado muy limitadas", de ahí su solicitud al Ministerio para que incremente el valor de los animales establecido en el baremo de indemnización por sacrificio obligatorio por cuestiones sanitarias.
Fuente: ABC
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