jueves, 25 de agosto de 2011

Carlos Soria, de 72 años, espera coronar el Dhaula en su cuarto intento

El montañero Carlos Soria, de 72 años, se marchará el próximo viernes a Nepal para preparar la escalada de uno de los catorce ochomiles de los tres que le faltan, el Dhaulagiri, de 8.167 metros, una montaña que según ha declarado a EFE le ha rechazado "en tres ocasiones" pero que esta vez espera coronar.


"El Dhaula es una montaña complicada, en otoño no es la mejor época", ha manifestado Soria, pero se ha mostrado optimista y cree que el tiempo, seguro que les va a dejar "subir allí arriba".


El alpinista abulense tenía claro que iba a viajar a tierras nepalíes para realizar la expedición al Dhaulagiri, más conocido como Dhaula, aunque fuera sin un patrocinador que le ayudara, pero ha reconocido que la aparición del BBVA en su proyecto ha sido vital.


"Es un sueño que todavía casi no me lo creo" ha asegurado sobre el patrocinio de la entidad bancaria. "Era una locura irme como he ido otras veces, lástima que no me saliera esto hace diez años", ha añadido.


Además del BBVA, Carlos Soria contará con la ayuda del Consejo Superior de Deportes y del Ayuntamiento de Madrid.


Soria recuerda que perdió a uno de sus compañeros, Pepe Garcés, en uno de sus intentos de alcanzar este ochomil.


"Pepe tuvo la desgracia de quedarse allí, pero ya sabemos que estas cosas son así", ha lamentado el alpinista, aunque no ha dudado en reconocer que "esto de la montaña no es ni tan peligroso, ni tan terrible, ni tan épico como la gente pregona".


"Lo que vende de este deporte son las tragedias", ha señalado. "También muchos alpinistas cuentan sus historias como si esto fuera cosa de héroes y no es así", ha añadido.


En su entrevista con EFE, el montañero se ha mostrado orgulloso de la hazaña que está llevando a cabo al intentar subir los catorce ochomiles a esa edad.


"A la montaña se va a disfrutar", ha dicho Soria, convencido de que la expedición será fructífera, porque siempre ha tenido "fe en que las cosas van a salir bien".


El veterano deportista subió su último ochomil, el Lhotse, en mayo de este mismo año, y fue el único que consiguió bajarlo por su propio pie.


"No estaba tan bien físicamente, estaba cansado, pero mis compañeros estuvieron terriblemente mal, y tuvieron que ser evacuadas dos personas", ha declarado, y ha añadido que "subí un tramo con una botella de oxígeno porque casi me obligaron".


"Los sherpas me regalaron la botella, y aspiramos litro y medio por minuto, que es muy poco", ha admitido.


"Es más deportivo subir sin oxígeno, pero sin volverse loco", ha reconocido, y no ha dudado en señalar que lo que no es deportivo en la montaña es "mentir", y muchos "arreglan verdades o esconden cosas".


Una de sus experiencias de las que más se enorgullece es la subida al Manaslu, una montaña del Himalaya con un poblado justo a sus pies.


"He podido ayudar a una escuela de niños que la acababan de formar porque no tenían nada", ha manifestado Soria, que se ha mostrado orgulloso de haber podido contribuir en algo en un lugar que ha calificado de "mágico".


Carlos Soria ha tenido la suerte de conservar todos los dedos de sus pies y manos y ha querido mandar un mensaje a los que empiezan en este deporte.


"Los mayores estamos aquí, si uno quiere puede conseguirlo y no hay que renunciar a las cosas que te gustan".


El montañero quiere completar la ascensión de las catorce montañas más altas de la tierra en los próximos dos años y además del Dhaulagiri, le falta el Kanchenjunga y el Anapurna.


Fuente: ADN

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