Un trozo del hábito que Juan Pablo II llevaba puesto el 13 de mayo de 1981, cuando el turco Ali Agca atentó contra su vida en el Vaticano. Ésta es la reliquia que se custodiará de forma permanente en la Catedral de Ávila y que el obispo de la ciudad, Jesús García Burillo, recibió hace escasos minutos de manos del postulador de la causa de la canonización del papa polaco, monseñor Slawomir Oder.
Hasta la llegada de Oder al templo para celebrar una eucaristía, el contenido de la reliquia, que se venerará en la Capilla del Santísimo, de la Virgen de la Caridad y de Santa Teresa, permaneció en secreto, lo que generó gran expectación entre los fieles.
La ubicación del objeto no es casual, ya que Juan Pablo II siempre sintió una especial devoción por la madre de Cristo y por las enseñanzas de la mística abulense, maestra de la Iglesia.
Fuente: El Mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario