Carlos Gil / Ávila es la provincia de la región que más antibióticos consume en relación a su población, según refleja un estudio sobre todas las áreas de salud de la Comunidad Autónoma elaborado por profesionales de hospitales y centros de salud de Valladolid y publicado en la revista de Semergen, la sociedad de Medicina de Familia. Son precisamente las provincias más envejecidas y las que tienen mayor porcentaje de población rural las que destacan por el alto consumo de antibióticos.
Los autores del trabajo señalan que «en el conjunto del área estudiada hubo importantes diferencias de consumo de antibióticos de uso sistémico de forma que las provincias de Ávila, Zamora, Salamanca y Soria presentaron consumos en torno a 21-22 DHD (dosis diarias por mil habitantes y año), mientras que Burgos, Segovia, Valladolid Este y El Bierzo arrojaron cifras en torno a 16-17 DHD. En este extremo destacó el área de Valladolid Oeste, con 13,46 DHD.
Los autores del trabajo indican que «el uso de antibióticos en nuestro país presenta una serie de problemas importantes a medio plazo: las altas cifras de consumo llevan asociadas resistencias bacterianas múltiples que otros países de nuestro entorno no tienen. Por otra parte, la falta de investigación de nuevos principios activos por parte de los laboratorios y la aparición de procesos infecciosos en ocasiones de difícil tratamiento conllevan a una situación inestable en las próximas décadas. Por ello se hace necesario valorar los factores que pueden influir en la prescripción antimicrobiana con el fin de reducirla y mejorarla».
Esta fue la motivación para realizar el estudio de prescripción en la comunidad autónoma de Castilla y León entre los años 2001 al 2005 a través del servicio de información de farmacia Concylia del grupo terapéutico J01 (antibióticos de uso sistémico), usando como indicadores la dosis diaria definida (DDD) y la DDD por mil habitantes y año (DHD). Los resultados encontraron diferencias de consumo importantes en cada área de salud, destacando en los extremos Ávila (22,37 DHD) y Valladolid Oeste (13,46 DHD). Por subgrupos terapéuticos las áreas con mayor consumo fueron Salamanca (penicilinas asociadas a inhibidores de betalactamasa y quinolonas), Ávila (penicilinas de amplio espectro, Soria (cefalosporinas) y León (macrólidos). Al valorar el consumo por subgrupos los autores encontraron desigualdades de consumo llamativas.
Por ejemplo, un consumo elevado de penicilinas asociadas a inhibidores de betalactamasa en Salamanca y Ávila, así como de penicilinas de amplio espectro también en Ávila y Palencia (todos ellos por encima de las 6 DHD). Los principales principios activos responsables del consumo en cada subgrupo fueron la asociación de amoxicilina-clavulánico y la amoxicilina, respectivamente. Las cefalosporinas, y su principio activo más usado, la cefuroxima, fueron más utilizadas en Soria, Zamora y Ávila, por este orden.
Fuente: La Opinión de Zamora
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