Ávila en lo alto

Si alguien está pensando este verano en escapar del mundanal ruido de la ciudad, del estrés diario del trabajo, y desea desconectar durante unos días, la provincia de Ávila es el lugar indicado. Da igual el sur, el norte, el este o el oeste. Cualquiera de las seis zonas en las que se divide la provincia, el Valle del Tiétar o «Andalucía abulense», como así conocen a esta zona por su especial clima y variedad de animales; el Valle del Tormes, donde nace el río que baña a la ciudad de Salamanca; el de Corneja, en la comarca de Piedrahíta, donde Goya y los Duques de Alba dejaron huella; el Valle del Alberche, con su pantano de «El Burguillo», playa de muchos madrileños; la Tierra de Pinares, que acoge uno de los museos etnográficos más interesantes de Castilla y León; La Moraña; y el Valle del Amblés o la Sierra de Ávila. Enclaves todos ellos celestiales y predestinados a los amantes de la naturaleza. Lugares que ofrecen un bello paisaje y descanso, aire puro para respirar y actividades para los aventureros, como parapente, montañismo, senderismo o pesca. También una rica y variada gastronomía. Son famosas las judías de El Barco de Ávila; los guisos de caza y las truchas del Valle del Alberche; los quesos de cabra del Tiétar; la ternera del Amblés, el chuletón o los productos de la matanza, el cabrito, el cordero y el cochinillo.


Todo esto y mucho más es lo que ofrece Ávila en su interior. Una provincia que el año pasado acogió a más de 110.000 viajeros y que lidera el turismo rural en España y Castilla y León, que a su vez encabeza el ránking de visitantes y pernoctaciones en España.


Ávila acapara ya a dos de cada diez turistas que eligen la comunidad castellano y leonesa para descansar. Por algo será.


Su red de casas rurales es amplia, heterogénea y de calidad. Un lujo al alcance de todos.


Parapente mundial


La cita tendrá lugar entre el 3 y el 16 de julio en Piedrahíta. Esta localidad abulense acogerá el XII Campeonato del Mundo de Parapente, con la presencia de deportistas de 50 países. Se trata de uno de los mejores destinos para la práctica de deportes de vuelo libre, de lo que dan fe la treintena de competiciones que allí ha habido desde 1993.


Fuente: La Razón