sábado, 2 de julio de 2011

«Besaré el escenario donde pisó Bob Dylan»


Una diverticulitis aguda –«nada diver y sí por culitis», en palabras del propio afectado– le obligó a finales de mayo a posponer su gira por Estados Unidos y México, donde tiene previsto regresar el próximo 16 de octubre. Esta noche, tras varias semanas de reposo absoluto por prescripción médica en su casa de Madrid, Joaquín Sabina (Úbeda, 1949) reaparece en la sierra abulense de Gredos en el escenario del festival Músicos en la Naturaleza. Será su único concierto en España con las canciones de la gira latinoamericana, 'El penúltimo tren', que le ha llevado durante dos meses por Chile, Argentina y Uruguay.


El Flaco no estará solo. El bonaerense Andrés Calamaro, con quien ya compartió gira en el año 1996 con su grupo Los Rodríguez, le acompañará esta noche en el escenario. Primero, Calamaro, a las 21:30 horas. Después, Sabina. Se le espera alrededor de las once. ¿Cantarán juntos? «Si él se deja convencer, que supongo que sí, le invitaré a que hagamos dos o tres canciones juntos», revela Joaquín. El envite está echado. Seguro que 'el salmón' acepta, como ya lo hiciera la pasada noche del 19 de abril en el Luna Park, cuando se subió al escenario con Sabina para interpretar juntos 'Todavía una canción de amor'. «Yo no hubiera pagado un peso por verme a mí, pero por millones de razones hubiera pagado una fortuna por ver esta noche a Charly García, Fito Páez y Andrés Calamaro», dijo 'el pirata cojo' aquella noche en el mítico estadio argentino.


–Lo primero es lo primero. ¿Cómo se encuentra después de la diverticulitis?


–Por un lado 'jodido' porque teníamos una gira por Estados Unidos y otra por México y no las pude hacer, pero feliz porque ya estoy curado. Era una especie de desorden estomacal y el médico me dijo que no me subiera a aviones de largo recorrido. Pero ya estoy bien y feliz de reencontrar a mis músicos y de subirme, después de dos meses, al escenario en Gredos.


–¿Se le ha hecho larga la convalecencia?


–Tenía tanto mono que yo, que no ensayo nunca, me he venido hoy (dos día antes del concierto) a las afueras de Madrid a ensayar, solo para disfrutar de estar con los músicos otra vez.


–Algo bueno habrá sacado de estas semanas en reposo. Escribió en uno de sus versos de 'El grito en el suelo' que «pisar el freno» le «ha servido para cortar la baraja del futuro».


–Siempre que uno lleva una vida tan agitada y tan, no al borde del abismo, pero sí a tanta velocidad, aunque sea por los médicos cuando te obligan a parar, te viene bien pasar una temporadita en casa y volver a echar de menos la carretera. La verdad es que el concierto de Gredos nos hace mucha ilusión porque es volver a nuestro terreno que es el escenario.


«El Woodstock castellano»


–El Manhattan Center de Nueva York, que iba a ser su debut en la Gran Manzana, tendrá que esperar un poco más; hasta octubre.


–Yo no soy tan mitómano de eso. Claro que me hacía ilusión tocar en Nueva York, pero me hace más ilusión dar este último concierto en España porque supongo que hasta marzo o abril, que estaré tocando otra vez con Joan Manuel Serrat, no voy a tocar más en España.


–El título de esta gira, 'El penúltimo tren', activó todas las alertas entre sus fans. ¿Hay que leer entre líneas?


–Lo único que tiene el penúltimo es que no es el último.


–Dice que no les gustan los baños de multitudes, ¿el aire de la sierra abulense le ayudará a amainar su fobia?


–Lo de Gredos me gusta por lo de Dylan y también porque nunca he estado. Y cuando nunca has estado en un sitio, la adrenalina fluye de otra manera. Y me parece que es una manera de celebrar el verano, de celebrar la vuelta a los escenarios y de encontrarse con un público que, a lo mejor, no ha ido a otro concierto de esta gira.


–A partir de ahora, gracias a Sabina, el festival Músicos en la Naturaleza pasará a conocerse como el Woodstock castellano, tal y como lo ha rebautizado usted mismo.


–Para mí tan importante es Gredos como Woodstock, ¿por qué no?


–Desde hoy el nombre de Joaquín Sabina pasará a formar parte de la historia de este festival por el que han pasado nombres como Sting, Mark Knopfler o el mismísimo Bob Dylan, al que Gredos no ha tenido que esperar 25 años, como sí lo hiciera Woodstock.


–Y yo lo primero que haré será besar el escenario donde pisó mi queridísimo Bob Dylan.


–Así que hay que dar las gracias a Dylan de tener a Sabina esta noche en Gredos.


–La gira latinoamericana había ido tan bien que un día mi manager me llamó y me dijo que querían que tocáramos en Gredos. Y yo me acordé de que Dylan, Sting y Mark Knopfler habían tocado ahí y me mostré interesado. Luego me dijo que, además, el programa era doble, que estaba Calamaro, y me mostré más interesado. Y luego además pensé que en España, aunque habíamos hecho gira el año pasado, no habíamos cantando las canciones que hemos estado cantando en Latinoamérica en 'El penúltimo tren'. Así que eran tren razones más que suficientes para apuntarse.


Un nuevo disco con Serrat


–El pasado mes de abril ya se reencontró con Andrés Calamaro, para usted 'San Andrés Calamaro', en Argentina. ¿Tiene ganas de volver a encontrárselo de nuevo micrófono en mano?


–Hace mes y medio estuve haciendo diez noches en Luna Park y el último día fue maravilloso porque aparecieron juntos Calamaro, Fito Páez y Charly García, que son tres monstruos allí en Argentina, aquí también, pero allí más, y que no eran muy amigos entre sí. Poder reunirlos en el escenario conmigo fue un momento emocionante y grato. Y ahora en Gredos, si él se deja convencer, que supongo que sí, le invitaré a que hagamos dos o tres canciones juntos.


–¿Y el público esta noche escuchará aquello de «No te fíes si te juro que es imposible, no dudes de mi duda y mi quizás...»?


–Yo creo que sí.


–Y después de 'El penúltimo tren' tiene pensado regresar a la carretera de nuevo con el otro 'pájaro', Joan Manuel Serrat. ¿Tan buena fue la experiencia de 'Dos pájaros de un tiro'?


–Como dicen ahora, no fue muy buena, fue lo siguiente.


–Y creo que están incluso componiendo juntos por Skype.


–Exacto. Estamos trabajando porque no queremos que la gente piense que haremos algo que no haremos nunca, que es que volvemos para reeditar el éxito anterior sin nada nuevo. Nada de eso. Estamos haciendo canciones a cuatro manos y saldrá un disco antes de la gira, un disco que grabaremos en septiembre, y eso renovará el repertorio y nos dará más ganas de subirnos al escenario y de compartir las canciones nuevas con la gente.


–Joaquín Carbonell acaba de publicar su biografía, 'Pongamos que hablo de Joaquín'; y el Teatro Rialto de la Gran Vía madrileña estrenará en otoño 'Más de 100 mentiras', un musical que repasará su trayectoria profesional, ¿le asusta tanto homenaje?


–Uno tiene una norma que es no leer sus biografías y no acudir a sus musicales.


–Y tampoco se ha dejado ver por ninguna 'noche sabinera'.


–Jamás he ido. Y tampoco pienso ir a mi entierro.
 
Fuente: El Norte de Castilla

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