Independiente y abanderado de un renovador proyecto socialista para la Alcaldía de Ávila. Juan Antonio Chamorro (Madrid, 1951), profesor en la Universidad Complutense de Madrid y presidente del Colegio de Arquitectos de Ávila, se estrena en la política con un concepto diferente de ciudad: la ecopolis, que ha llamado la atención de ciudadanos y medios de comunicación. Chamorro sabe que se enfrenta a un gran reto, el de luchar contra la hegemonía del PP en la capital amurallada.
—Llega por fin la campaña electoral, ¿cómo afronta esta recta final?
—Como un corredor de fondo. A ritmo, paso estable y seguro; sabiendo las condiciones de la carrera para terminar ganando.
—Su candidatura presenta un altísimo índice de renovación, ¿qué caracterizará a su equipo de gobierno?
—Conocimiento y, por la renovación, ilusión. Sabemos cómo llevar el urbanismo y qué debemos hacer con la economía —la del propio ayuntamiento, y la de la polis y ciudad junto con su región circundante—. ¿Cómo establecer industria y crear trabajo? Generando industria local y atrayendo a cualquiera de fuera porque en una ecopolis la industria que se establece sabe que lleva un valor añadido y lo busca.
—Reuniones con alcaldes socialistas, webs y perfiles en las redes sociales. Se ha preparado a conciencia para estas elecciones. ¿Qué conclusiones ha sacado de este trabajo previo?
—Marcar y fijar un relato del programa que vamos a realizar en los próximos cuatro años. Y digo relato porque es una narración de lo que vamos a hacer y no una letanía de puntos. Se cuentan las cosas que se quieren realizar, las que se van a materializar... En el blog www.juanantoniochamorro.wordpress.com se cuenta qué se quiere; qué queremos hacer de Ávila, con Ávila, nuestra Ávila. Se cuenta de una manera pausada y con pasión. Es un relato del comienzo de una nueva vida local a la que dirigirnos. En nuestro caso es el comienzo del trabajo de una utopía que deja de serlo por ir alcanzándola, poco a poco y en un lugar concreto: en Ávila.
—Durante estos meses previos, ha perfilado su idea de «ecopolis», ¿realmente este concepto tiene aplicación y futuro?
—Es el futuro, y el futuro se logra aplicando la idea que se quiere alcanzar. La idea está en Europa, lleva tiempo gestándose y aflora ahora, cada vez con más fuerza, en este comienzo del segundo decenio del XXI. Polis, porque la polis implica, frente a ciudad, una gobernanza política local que haga recomenzar una economía y una democracia local. Industria local generada por nosotros; industria propia de nuestro territorio que, si aquí se desarrolla, no se deslocaliza. Somos capaces de hacer un MercaÁvila.
—En época de elecciones, los políticos se desviven por acercarse al ciudadano, pero parece que ese afán se diluye una vez pasan los comicios, ¿piensa mantener un canal real de comunicación directa con los abulenses si llega al Ayuntamiento?
—Claro que sí. Llevamos al ayuntamiento participación ciudadana apoyada en tres pies. Primero, presupuestos participativos. Los ciudadanos del barrio elaboran, votando, la lista de inversiones; mandan la lista al ayuntamiento y éste simplemente le pone precio a cada obra y lo remiten de nuevo al barrio; los ciudadanos terminan votando cuáles serán las obras que han de realizarse. Segundo, consejos ciudadanos y, por último, consulta ciudadana vinculante. Ante varias propuestas generales importantes o trascendentes a tomar, los ciudadanos eligen, votando en consulta, si quieren aparcamiento o no, en qué lugar o en vez de esta inversión si es más prioritaria otra propuesta.
—Utiliza un lenguaje poético, y se expresa de forma singular. ¿Qué le dice la gente?
—Depende, hay quien echa pestes (ríe), pero es mi forma de expresarme. Creo que se me entiende, porque la gente no es tonta. Estoy totalmente de acuerdo con Pierre Bourdieu cuando decía que la opinión pública no existe; no la crean los ciudadanos, la generan los medios de comunicación.
Fuente: ABC
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