jueves, 16 de junio de 2011

Ingeniera agrónoma volcada en el motor

Estudió Ingeniería Agraria en su tierra, Palencia, pero los caprichos del destino laboral le han llevado hasta Ávila para trabajar en un singular proyecto muy alejado, a priori, de la carrera que eligió. Sin embargo, María Jesús Fraile saborea con entusiasmo el reto en el que se ha embarcado hace apenas cinco semanas. Desde el Centro de Experimentación y Seguridad Vial de Mapfre (CESVIMAP) analiza las piezas de cada vehículo en el mercado para facilitar el peritaje de los profesionales en caso de accidente.


"El mundo del automóvil era completamente desconocido para mí, pero no quise desaprovechar esta oportunidad porque quién sabe dónde trabajaré en un futuro", explica optimista esta joven de 26 años que disfruta de una beca de la Agencia de Inversiones y Servicios (ADE).


Preparación, desde luego, no le falta para abrirse camino en el mundo laboral. Porque, además de terminar sus estudios con un premio extraordinario de fin de carrera que la convierte en la mejor de su promoción, María Jesús realizó un máster en Desarrollo Agroforestal y diferentes cursos complementarios, entre ellos "uno de creación de páginas web dedicada a la industria agroalimentaria".


Un completo currículum aderezado con un buen nivel de inglés, idioma que le apasiona y que le anima a traspasar las fronteras de España rumbo a Estados Unidos o Gran Bretaña, para continuar allí su formación. Eso sí, para echar raíces tiene claro que prefiere su Comunidad natal o, al menos, su país.


Peritaje ajustado a un siniestro


Pero antes, María Jesús tiene mucho camino por recorrer, tanto en el ámbito laboral, como en el de la preparación académica. Por eso no se pone más metas a corto plazo que la de aprovechar el trabajo en el centro abulense de Mapfre, en un innovador proyecto que pretende garantizar un peritaje ajustado a las consecuencias de un siniestro.


"Cuando ocurre un accidente, la aseguradora tiene que determinar los tiempos de reparación en función de los daños causados, y para que no haya error en los tiempos del arreglo que estiman en los talleres, esta investigación trata de facilitar y ajustar al máximo la evaluación a los especialistas", explica la joven ingeniera.


Para ello, el equipo del que forma parte recopila los datos de cada modelo de vehículo y realiza una clasificación en función de la intensidad del golpe, la superficie dañada o la accesibilidad de cada pieza, para incorporar la información a un programa informático y que, de esa manera, los técnicos puedan realizar una evaluación rápida y ajustada a las necesidades reales de reparación en cada vehículo.


Proyecto de alcance internacional


Se trata de un proyecto de alcance internacional, destaca María Jesús Fraile, pues el software que Mapfre perfecciona con esta investigación lo utilizan también diversos países latinoamericanos. Y, aunque lleva ya dos años en marcha, todavía tiene mucho trabajo por delante porque cada coche, o cada nueva versión que las marcas lanzan al mercado, debe ser analizado por este equipo de trabajo.


Una oportunidad de probar "algo diferente" que la joven palentina afincada en Ávila percibe como "experiencia gratificante", consciente de que el sector agrícola, para el que ella se formó, tampoco ha escapado de la crisis. "A mi lo que me gusta es la ingeniería, y ya no me decanto por ningún sector específico".


Quizá por eso, quince empresas de diversos ámbitos empresariales se interesaron por ella cuando solicitó la beca al organismo dependiente de la Junta de Castilla y León, y más de la mitad pensaron en incorporarla a su plantilla durante el año que se prolonga la ayuda. Si ya en prácticas 'se rifan' sus conocimientos, lógico es pensar que oportunidades de trabajo no le faltarán en el futuro.


Fuente: El Mundo

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