El gasoducto evitará que cerca de un millar de camiones de gran tonelaje tengan que transportan el gas licuado a Ávila desde los puertos de Huelva y Cartagena.
"La puesta en marcha representa una importante mejora en la seguridad del suministro, en la reducción de emisiones de dióxido de carbono y la eliminación del riesgo al transporte de este tipo de mercancías por carretera", según Martín Montero, quien visitó los trabajos junto a responsables de la empresa promotora, Distribuidora Regional de Gas, y de la UTE que ejecuta los trabajos, Acciona-Collosa.
"Las obras -explicó- se enmarcan en el conjunto de infraestructuras de transporte de gas que el Ministerio de Industria, dentro de sus competencias en materia de planificación de los sectores de electricidad y gas, considera necesarias para abastecer la demanda de las áreas por las que discurre".
En las obras trabajan 200 personas y 50 unidades de maquinaria móvil pesada de todo tipo. El gasoducto, de 79 kilómetros de longitud, parte de Palazuelos de Eresma (Segovia) y termina en Ávila.
Para minimizar el impacto ambiental, discurre por los espacios abiertos por la red estatal de carreteras: por la nacional 603 y AP-61 (Segovia-San Rafael) hasta El Espinar, para continuar por la N-110 y AP-51, hasta cerca de Vicolozano.
El gasoducto es de acero y tiene un diámetro de 12 pulgadas, con un espesor mínimo de pared de siete milímetros, diseñado para conducir gas natural a una presión máxima de 80 bares.
Transportista Regional del Gas, que cuenta con el gasoducto Arévalo-Medina del Campo, tiene en avanzado estado de tramitación el que irá de Arévalo a Sanchidrián, con una longitud de 25 kilómetros y que se prevé funcione en 2012.
Fuente: Europa Press
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