El Castro Celta de Ulaca en Avila, tras los pasos de la cultura Vettona

El altar de los sacrificios del castro de Ulaca

Vettonia o región de los pueblos vettones es el territorio que en la actualidad forman las provincias de Ávila y Salamanca, así como una parte de las de Zamora, Toledo y Cáceres. Si te gustan las estrechas carreteras comarcales, los paisajes amplios, caminar un poco y la historia antigua de nuestro país, esta te parecerá una escapada interesante. Desde Villacastín el paisaje es sobrio, ganadero, impera la encina robusta y el orondo majarro. Todo es recio y tremendo en el altiplano abulense. Podemos parar en Ávila para visitar la exposición "Vettonia, Cultura y Naturaleza en la Diputación Provincial de Ávila" (martes a sábados de 11:00 a 14:00h y de 17:00 a 20:00h). Esta exposición puede darnos ciertas claves que nos harán más interesante nuestra visita sobre el terreno.


Dejamos atrás Ávila, tras pasar el puente sobre el río Adaja, y por la nacional N-502 encaramos una de las sierras paralelas a Gredos, la Sierra de la Paramera. A los pies de su cumbre principal, pico Zapatero de 2146 metros, se distingue un cerro de cumbre chata, el Despoblado de Ulaca. Desde este altozano, esta aguerrida tribu de celtas vettones se enfrentaban al invierno cara al norte, a cambio de vivir independientes de los romanos. En el pueblo de Solosancho nos desviamos, aunque no hay que dejar de ver el "toro de Solosancho", una de esas emblemáticas tallas en granito de toros o verracos y que son el símbolo mudo y perpetuo de esta cultura celta.



ALTAR DE SACRIFICIOS


Una vez en el pueblo de Villaviciosa podemos empezar a caminar. Hay que subir, pero merece la pena. El sendero asciende gradualmente al cerro y es conveniente llevar calzado cómodo. Al llegar a lo alto visitamos en el sitio arqueológico la piedra más famosa de Ulaca: el Altar de Sacrificios, en el que destacan sus gradas y ciertas oquedades que parecían destinadas a sacrificios de animales y puede ser que también de seres humanos. Destacan también en el yacimiento la Sauna, el oppidum, la puerta de la muralla y los restos excavados de las típicas casas vettonas. Es impresionante imaginar cómo debía ser la vida aquí y contemplar las magníficas vistas que nos ofrece este enclave, con la infinita meseta al norte y las cumbres de Gredos a la espalda.


Fuente: Gente