Según Mercedes Martín, el alcalde y su equipo de Gobierno conocían este hecho desde el jueves por la tarde, cuando desde el Grupo Socialista les advirtió de lo sucedido, pero todavía el viernes por la mañana podían verse numerosas farolas de la capital con la citada propaganda.
En opinión del PSOE, "la pasividad y la despreocupación demostrada por el alcalde hacia el patrimonio de todos puede crear de aquí en adelante un precedente peligroso y dar lugar a que cualquier ciudadano o colectivo social utilice el mobiliario urbano para sus asuntos personales".
El PSOE espera que el alcalde exija las pertinentes responsabilidades a la organización causante del daño, porque en caso contrario habrá que pensar que tienen razón quienes sospechan que la pegada de los carteles ha sido permitida por el propio alcalde, inmerso como está en centrar las elecciones en el terreno nacional.
En este sentido, Mercedes Martín ha rechazado una vez más el lenguaje grosero y soez que utiliza el alcalde cuando se refiere a los miembros del Gobierno socialista y le ha recordado que es a él a quien corresponde rendir cuentas de sus incumplimientos y de la parálisis del Ayuntamiento estos últimos cuatro años, porque son elecciones municipales, no generales.
Así, según Mercedes Martín, debería explicar públicamente los retrasos en la construcción de la nueva estación de autobuses, el perjuicio que ha supuesto la gestión del polígono industrial de Vicolozano, la falta de implantación de las empresas que tanto prometió, la paralización de la nueva sede municipal, la acumulación de miles de viviendas vacías y la permanente fuga de jóvenes.
Cuestiones de las que también tendría que responder públicamente José Manuel Fernández Santiago como procurador regional del PP en la legislatura que ahora termina, en vez de embaucar a los ciudadanos con mensajes confusos como los que empleó en la convención celebrada ayer por su formación política.
Al respecto, Mercedes Martín considera que quien todavía es presidente de las Cortes, que es un cargo institucional, no debería prestarse a enmarañar la precampaña electoral con manifestaciones que sólo buscan ocultar el menoscabo que ha supuesto para Ávila la gestión de la Junta de Castilla y León, relegando a esta provincia a los peores datos del desempleo o acumulando retrasos en la construcción de una nueva estación de autobuses, prometida hace casi veinte años por el propio Fernández Santiago, durante su etapa de consejero de Fomento, que tanto está dando que hablar.
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