La más significativa es la imagen del Cristo de las Batallas (foto izquierda), que cada año sale en procesión en la madrugada del Jueves Santo y que este año no lo hizo a causa de la amenaza de lluvia, atribuida al taller de Luca Della Robbia, que data de finales de siglo XV o principios del XVI, procedente del Convento de las Madres Dominicas de Mosén Rubí (Ávila).
Se trata de una pequeña figura del Cristo en terracota en un baldaquino, custodiada por las monjas Dominicas, y que se cuenta acompañada a los Reyes Católicos en sus campañas bélicas.
Otra de las piezas es un Niño Jesús dormido, del convento de Santa María de Jesús, Hermanas Clarisas de Ávila, una obra con un gran discurso iconográfico ya que "habla de la encarnación del Hijo de Dios, que se ha hecho hombre, niño en Belén, y que duerme sobre una cama con dosel".
El lecho tiene talladas las 'arma Christi', los instrumentos de la pasión y el sepulcro y la sábana santa, que por la Pasión y la Cruz llevará a cabo su misión, la Redención, y que "salvará a la humanidad caída, alejada de Dios por el pecado, esto último está evocado de un modo sublime en las columnas delanteras del dosel, que tienen talladas las imágenes de Adán y Eva".
Supone "una pieza de gran valor artístico y custodiada por las Hermanas Clarisas es la muestra de las magníficas obras de arte que las clausuras han atesorado a lo largo de los siglos", según la Diócesis.
Junto a ellas, desde Ávila llegará a la exposición vallisoletana la obra 'Flagelación, Cristo atado a la columna', atribuido a Fernando Gallego, pero parece cercano al maestro de Ávila y su círculo, que data de finales del siglo XV o principios del XVI, procedente de la Iglesia de Santiago Apóstol, de Ávila, y es una tabla restaurada en los talleres de Las Edades del Hombre.
También se podrá ver una Virgen dolorosa, atribuida a Alonso Cano, hacia 1640-43, del Convento de Nuestra Señora de Gracia, de Ávila, y que ya estuvo en "Testigos", la edición abulense de Las Edades del Hombre.
Además de estas obras, Ávila estará presente también a través del cuadro titulado 'El grito', del pintor abulense Luciano Díaz-Castilla.
Comisario abulense
El Obispado abulense destacó también el protagonismo de Ávila en Las Edades del Hombres porque el comisario, Oscar Robledo Merino, es abulense de Cebreros, donde nació en 1971.
Licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca, fue ordenado sacerdote diocesano de Ávila en 2000 y nombrado secretario particular del obispo de Ávila ese mismo año, cargo que compaginó con la atención pastoral a las parroquias de Chamartín de la Sierra y Cillán, con Valdecasa y Pasarilla del Rebollar.
Entre 2002 y 2004 realizó, en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, el curso sobre Bienes Culturales de la Iglesia y al volver a Ávila fue nombrado Delegado diocesano para el Patrimonio Cultural y adscrito a la parroquia de los Santos mártires Vicente, Sabina y Cristeta de la capital abulense.
Actualmente es párroco de Las Berlanas, de Peñalba de Ávila y de El Oso, Delegado diocesano de Ávila para el Patrimonio Cultural y Director del Secretariado para la Pastoral del Turismo y la Carretera.
Fuente: Europa Press
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