El «Arévalo Summer School» se llena de niños para aprender idiomas

Desde hace 23 años, la ciudad de Arévalo se ha convertido en un referente a nivel nacional en la celebración de campamentos de idiomas. Gracias a las actividades que «Arévalo Summer School» realiza en las instalaciones del colegio salesiano de la ciudad abulense, 370 niños en julio, donde el campamento dura 24 días, y algunos menos en agosto, donde se establece un periodo de dos semanas, aprovechan parte de sus vacaciones para aprender o perfeccionar lenguas extranjeras, y relacionarse con otros niños.El «Arévalo Summer School» es un campamento, cuya filosofía está basada en la importancia que tienen los idiomas para la formación de los niños. En el campamento, los niños tienen todos los días cuatro horas y media de clases para aprender inglés, francés o ambos idiomas.

No obstante los niños no paran, ya que al conocimiento de estos dos idiomas se le añaden actividades de aire libre, manualidades, excursiones, acampadas, deporte, fiestas conviviendo con niños de su edad. Relacionado con la enseñanza de idiomas, se hace hincapié en la práctica, de esta forma, señala Russo, en el campamento se trabaja mucho con la práctica oral y la lectura, lo que más puede fallar en la enseñanza de los colegios donde prima la gramática. Se intenta que se hable mucho, fomentan charlas, conversaciones, debates y el visionado de películas. Tampoco se olvidan de fomentar la lectura, como método para familiarizarse con las palabras. Todas las clases están impartidas por profesores nativos, lo que facilita la pronunciación. Para los 370 niños que hay este año hay 23 profesores, cuatro de francés y el resto de inglés. En cuanto al resto de actividades, el campamento utiliza las instalaciones del colegio, la piscina, tres campos de fútbol ó béisbol, dos de baloncesto, tres de minibásquet, tres de voleibol o bádminton, dos de balonmano, fútbol-sala o hockey, dos frontones, un campo de mini-golf, cuatro mesas de pimpón y una pista americana de obstáculos. Hay 46 monitores, de los cuales varios están titulados en INEF, otros son socorristas, que tienen a su cargo entre ocho y nueve niños cada uno.



Durante el campamento los niños más pequeños pueden disfrutar de juegos y actividades como castillos de arena, montaje de figuras de lego, coches teledirigidos, mientras que los mayores participan en otras actividades más acordes con su edad como tiro con carabina, tiro con arco, o piragüismo. Las canchas deportivas pocos ratos están vacías ya que se organizan diferentes competiciones deportivas. Finalmente se organizan fiestas de disfraces, fiesta hawaiana, una olimpiada, yincanas, acampadas, visita a la feria de Arévalo, una excursión al campo, juegos nocturnos, así como juegos acuáticos. En la edición de agosto, de 15 días, además de los participantes en el campamento, hay muchos niños de Arévalo que pueden acudir sin tener que pernoctar, así el precio es mucho más reducido. De esta forma, los niños acuden al inicio de las actividades y clases matinales después del desayuno, y permanecen en el campamento hasta la hora de la cena, acuden a todas las clases lectivas, y pueden disfrutar de la mayoría de actividades lúdicas.
 
Fuente: El Norte de Castilla