domingo, 12 de febrero de 2012

Un abulense plasma en un libro su paso por los campos de concentración

El abulense residente en Francia Albino Garrido ha publicado un libro de memorias en las que relata, en francés y bajo el título de "Una marcha larga. De los represión franquista a los campos franceses", su paso por varios campos de concentración de España y Francia.

Según relata en sus memorias, que acaba de publicar la editorial francesa Éditions Privat, Albino Garrido San Juan nació en la provincia de Ávila el 5 de febrero de 1919 y fue primogénito de una familia humilde, a la que tuvo ayudar, trabajando desde los once años.

Tras el golpe militar que derribó la II República, se unió, a principios de agosto de 1936, a los milicianos de la columna del teniente coronel Julio Mangada Rosenörn, luchando por defender la República en las provincias de Ávila y Madrid.

Al reorganizarse el ejército republicano, a finales del 36, ingresó en la 34ª Brigada Mixta acuartelada en El Escorial (Madrid), aunque fue desmovilizado, al no haber sido llamada a filas su quinta, por lo que se alistó en aviación, recorriendo varios aeródromo hasta que, a finales de 1938, fue destinado a Herrera del Duque (Badajoz), al Servicio de Investigación Militar de la 41ª división.

Coincidiendo con el final de la guerra, según publica en sus memorias, Albino Garrido San Juan fue apresado e internado en el campo de concentración del Pantano de Cijara (Cáceres), desde donde pasó, el 1 de mayo de 1939, al de Castuera (Badajoz), de donde escapó in extremis junto a cinco compañeros el 4 de enero de 1940.

Tras una peripecia de 79 días, atravesando a pie gran parte del país, cuatro de los fugados llegaron a Francia, cruzando la frontera por la zona de Canfranc (Huesca), aunque allí Albino fue trasladado al campo de concentración de Gurs y, poco después, al de Argelès sur Mer.

Ingresó en los Grupos de Trabajadores Extranjeros (GTE) y fue pasando de un grupo a otro para "escapar de las exigencias" del Estado de Vichy y de la ocupación nazi, hasta julio de 1943, cuando se trasladó a Royan (departamento de Charente Marítima), donde vivió el final de la Segunda Guerra Mundial.

Albino Garrido ha escrito sus vivencias usando dos cuadernos y ha sido su hijo Luis quien ha traducido al francés su relato, en el que también se indica que, al final de la segunda gran contienda, el protagonista de esta andanza se afincó en la región de Royan y, en 1958, se trasladó a pocos kilómetros de Burdeos.

Siempre trabajó en la construcción, aprendiendo el oficio de albañil, y más tarde estableciéndose por su cuenta.

Se casó con una exiliada española, tiene tres hijos y, jubilado en la actualidad, vive en Ambarès, donde, al margen de mantener intactas sus ideas, cuida de sus gallinas y de su huerto.

Fuente: ABC

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