El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Ávila, Francisco José Sánchez Gómez, recibió en la delegación de la capital abulense a varios de los alcaldes que hace sólo unos días habían firmado en contra del nuevo sistema de distritos que propone la Administración Regional para su plan de ordenación del territorio de la Comunidad, entre ellos a Miguel Ángel García Santana, alcalde de Navadijos.
La reunión no fue convocada de urgencia después del anuncio de los alcaldes de oponerse al nuevo plan regional, sino que entraba dentro de la agenda programada por el delegado territorial para explicar en qué consistirá el futuro plan. Tras varias horas de reunión, donde se siguió el plan establecido para dar a conocer las ideas de la Junta, los alcaldes no salieron convencidos de la propuesta según sus declaraciones, tanto de García Santana como de otros, y aseguraron que se mantendrán en la postura firmada días atrás.
A esta reunión han asistido los representantes municipales de Berrocalejo de Aragona, Cardeñosa, Casasola, Cepeda de la Mora, Gallegos de Altamiros, Garganta del Villar, Hoyos de Miguel Muñoz, Hurtumpascual, Marlín, Martiherrero, Mediana de Voltoya, Mingorría, Monsalupe, Muñogrande, Ojos Albos, El Oso, Peñalba de Ávila, Pozanco, San Esteban de los Patos, San Martín de la Vega del Alberche, San Martín del Pimpollar, Sanchorreja, Santa María del Cubillo, Tolbaños y Tornadizos de Ávila, además de Navadijos.
En el encuentro Sánchez Gómez expuso los puntos básicos del modelo y se remarcó que se trata de un proceso abiert y de carácter voluntario, tema del que los regidores locales no acaban de fiarse. Los alcaldes asistentes fueron invitados a hacer aportaciones sobre el tema, constando en acta sus dudas y sus propuestas. Además, Francisco José Sánchez Gómez ofeeció la colaboración del gobierno regional para resolver las posibles dudas de los regidores.
Según ha explicado el delegado territorial, el nuevo modelo busca fomentar las economías de escala, agrupando recursos y medios para garantizar una prestación eficiente de los servicios públicos, pero sin crear nuevas estructuras burocráticas.
El proceso, para la Junta de Castilla y León, responde a diferentes factores como la crisis económica, la especificidad de la estructura territorial de la Comunidad y la limitación de competencias y funcionalidad de las actuales mancomunidades, entre otros. Se pretende fomentar con ello el equilibrio y la cohesión territorial y suprimir las duplicidades, pero sin suprimirse municipios ni Diputaciones provinciales, y se "evitará" la creación de nuevas estructuras administrativas.
Pero desde los ayuntamientos todo se ve de una forma diferente y se teme que se eliminen competencias para los pueblos de menor tamaño de modo que terminen por perder mucho en favor de los grandes núcleos de población, lo que terminaría por condenarles a la desaparición o, en contra de los que dicen desde la Junta de Castilla y León, a la fusión forzosa, suprimiendo alcaldías y dejando a estas localidades fuera de toda clase de beneficios, ayudas, subvenciones, etc., que terminarían en manos de las alcaldías que acaparen el poder.
Fuente: Navadijos Diario
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