martes, 5 de enero de 2010

La asistenta


El otro día fuí a Toledo a ver a mi abuela. Mi abuela no es "bola", ni mucho menos, sino que es abulense. Era de un pueblo muy chiquitito de Ávila llamado San Juan del Olmo, aunque a veces, no sé por qué, también lo llaman Grajos.Es un pueblo realmente entrañable. Tiene casas muy antiguas, hechas de piedra, con callejuelas estrechas y boñigas de vacas por todos lados. El pueblo es chiquitito, chiquitito. De hecho, es tan chiquitito, que si haces un sprint, yo creo que te sales del pueblo. Leer más en Brumalba...

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