La cultura del 'oro líquido' sitúa su epicentro en la localidad abulense de Santa Cruz del Valle, con la apertura al público de una Oleoteca Internacional que, desde el 20 de mayo, acoge el Museo del Aceite de Oliva Virgen Extra de los Países Mediterráneos.
La antigua almazara de este municipio del Valle del Tiétar muestra a todos los públicos un abanico de 160 aceites españoles de alta gama, además de una colección de más de cuarenta oleatos, compuestos por la maceración del aceite de oliva virgen extra con plantas medicinales.
Se trata de un «proyecto único» que rinde homenaje a la cultura de «uno de los grandes exponentes de la dieta mediterránea, sinónimo de salud», explica Ignacio Sánchez Fuentes, presidente de la ONG Gloria Olivae y precursor del proyecto, junto al Ayuntamiento del municipio. Sánchez Fuentes aboga por dar a conocer a todos los sectores de la sociedad las características de este zumo de aceituna, «desconocido de forma mayoritaria» por los españoles.
La Oleoteca Internacional supone un nuevo paso en el proyecto de la Ruta del Aceite del Valle del Tiétar, puesto en marcha en 2007, que durante el próximo verano terminará de culminarse con la creación de un Banco de Aceites, todo un centro de recepción del «oro líquido más preciado» de primera calidad, que contribuirá a «paliar los problemas de alimentos» de las zonas más pobres del mundo.
Jardín de los Infantes
Por otra parte, Gloria Olivae proyecta crear el 'Jardín de los Infantes del Valle del Tiétar', cuyo objetivo será recuperar la zona que se quemó en 2009, situando un estanque en forma de corazón que dé abastecimiento a 1.000 olivos en tres hectáreas del terreno. Cada año se plantarán cien ejemplares de esta especie de árbol, cada uno con el nombre de un niño de esta zona, para que se convierta en un «legado» y sirva de «relevo generacional».
Además, Sánchez Fuentes anunció que tiene en mente otra iniciativa «más ambiciosa» en Andalucía, con la creación de un 'Huerto de los Olivos por la Paz', que consiste en la realización de un mapamundi con olivos de toda la zona mediterránea. Este proyecto, que también se quieren trasladar a Jerusalén, persigue lograr la «armonía» en estas zonas de «continuo conflicto».
Entre otros, el edificio, erigido en el siglo XIX, cuenta con una sala permanente y un espacio para realizar encuentros profesionales, catas y maridajes. Algunas de las actividades programadas para las siguientes fechas orbitan en torno a las degustaciones organolépticas, dietéticas, verticales y horizontales, al igual que cursos y charlas sobre dieta mediterránea y olvicultura. El proyecto aúna energías culturales, humanitarias, medioambientales y turísticas, y supondrá «un lugar de encuentro con las culturas europeas», a través del «más importante nexo» que existe en el continente: el aceite de oliva.
Fuente: El Norte de Castilla
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