miércoles, 23 de mayo de 2012

El abulense José María García López baja a sus lectores a 'La ciudad subterránea'

El escritor José María García López conoció a J en el madrileño Café Lyon. Era joven, el Régimen agonizaba y de alguna forma el literato quedó prendado de la historia vital de un personaje fascinante. Pero el tiempo pasó y con él los efluvios de ese encantamiento. Hasta que hace unos años, el autor abulense afincado en El Puerto de Santa María recibió de nuevo noticias de este activista republicano con vida de novela.



Tan azarosa fue la existencia de J, que García López supo enseguida que sería el protagonista de su obra 'En la ciudad subterránea' (Paréntesis). Este título, que fue presentado en la última Feria del Libro de Cádiz, no es una biografía exacta de J (al final del libro se da cuenta del verdadero nombre de este personaje real), aunque recoge tres de sus vivencias más importantes. «Me sirve para hacer un estudio de un personaje representativo de la Transición, que vivió la Guerra Civil , un condenado por sus ideas políticas que vivió en París, Montenegro y La India y que regresó a España para finalmente morir aquí, con 90 años», resume el autor de 'En la ciudad subterránea'. Una urbe que es Madrid, el Madrid de los cafés en sótanos, de las galerías del antiguo Reina Sofía o San Carlos, de un subsuelo que interesa mucho al escritor desde aquellos años de juventud. «Tiene también influencia de 'Underground', al película de Kusturica. Con todas esa ideas se me ocurrió el describir el Madrid por debajo de las calles», apunta. Pero ésa es solo una de las patas de esta novela que juega con el esoterismo y las contradicciones de la humanidad. Liberado de la cárcel de modo arbitrario, J viaja a París y a La India y luego a Montenegro, donde se casa con una descendiente de los príncipes obispos de ese torturado país balcánico.

Al volver el matrimonio a España es acogido por un grupo de jóvenes, que descubren una extraña forma interior revisar el pasado de J. Descienden a un Madrid subterráneo, con su río secreto y sus galerías misteriosas, y en él viven alucinaciones que vienen a ser contrapuntos del mundo de arriba. Otros fundamentos del relato, previos a su desenlace trágico, son las últimas guerras en la dividida Yugoslavia, las cuales influirán decisivamente el protagonista, y un delirio aventurero que conduce al lector a un doble antiguo de J y lo lleva desde Portugal a la India en la expedición de Vasco de Gama. «España le falló, huyó por culpa de la política del país y luego, cuando ya había adoptado a Yugoslavia como patria, tiene que sufrir una guerra fratricida», expone el escritor, que para la redacción de su novela mantuvo varios encuentros con la viuda de su protagonista.

En la obra, García López hace también una crítica a las creencias mesiánicas y expone las casualidades y contradicciones de la existencia de J. «A pesar de ser de izquierdas, fue salvado por un gerifalte del nazismo, una ideología que también tiene una vertiente esotérica, ocultista. Sus seguidores creen en la transmigración de las almas de los creadores de aquella barbarie». Una coincidencia con la exaltación de J de lo mongol, islámico e hindú, de todas las experiencias fantásticas que vivió en La India, «pero que allí no se ven tan raras».

Autor de poesía y relatos breves, el escritor afincado en Cádiz ha consolidado su carrera como novelista. Ha firmado 'La ronda del pecado mortal', 'El baile de los mamelucos' (traducida al portugués en 2005), ambas con Seix Barral; 'Infame turba' ( RD Editores) y 'El pájaro negro' (Calambur).

Fuente: La Voz Digital

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