Siete entre cuatro es el nuevo título que nuestra editorial, Caldeandrín Ediciones, acaba de publicar. Después de darle muchas vueltas al posible título (se trata de cuatro autores y de siete relatos), nos inclinamos por lo obvio. Mayda Anias, la editora, "pues yo no lo veo claro", y yo "que sí mujer ya verás como pega". Y ha pegado. La foto de portada, espléndida, es suya. Esta tomada una mañana de la Navidad de 2010 en la calle Mercaderes de la Habana y contiene más significado del que aparenta.
Dos relatos de Juan Martínez de las Rivas: El verbalista y El problema de la solución de los problemas, repletos de la mejor guasa literaria; dos relatos de Mayda Anias: Conejos en la pradera, una prosa deslumbrante sobre tema cubano y Hacedme merced de enviarme unos palominos, que fue galardonado con el premio en el XI Certamen Internacional de Relato Corto La Moraña en 2010; un relato de Míriam de Castro: Veintidós postales, que le augura una carrera literaria brillante (estén atentos); y otros dos míos: El festín del Quijote y La batalla temerosa, actos de venganza contra personajes que me vampirizaron, el primero en el periodo en que presidí la Sociedad Cervantina en Madrid, y el segundo en los años que dediqué a la investigación del tema de San Segundo de Ávila.
Presentamos el libro el martes pasado, rodeados de amigos y fieles seguidores. Gracias, gracias, gracias.
El libro ya está en las librerias de Ávila y, gracias a Santi Palacios, en las librerías de Madrid Sin Tarima (Príncipe 9) y La Fugitiva (Santa Isabel 7) y en la caseta 299 de la Feria del Libro que se inauguró ayer en Madrid.
Escribir este libro con Mayda, con Juan y con Míriam ha dado ocasión para demostrar que los autores no siempre se arrancan la piel a tiras entre sí y con los editores.
Estamos pensando en irnos a Cuba, a descansar unos días, es un decir, porque allí no hay quien pegue ojo hasta las cuatro de la mañana con la música, y a presentar la novela de Mayda, Tulipa, y Siete entre cuatro, en la Universidad Vladímir Ilich Lenin de Las Tunas, donde nos han invitado. Podía haber ocultado lo del Vladímir... y haber escrito Universidad de Las Tunas a secas, pero es que me me gusta a mí esto de sentarme en los orígenes en tiempo de epígonos. A lo mejor cuento la experiencia a la vuelta.
Fuente: El blog de Jesús Arribas
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