Como cada 13 de junio, la festividad de San Antonio de Padua se ha celebrado en Ávila siguiendo una tradición de más de un siglo de antigüedad en la que se los devotos reciben 4.000 bollos de pan o "panecillos de San Antonio".
La tradición de repartir los bollos de pan se remonta a "más de un siglo" y no es Ávila el único sitio en el que se lleva a cabo, aunque, según ha reconocido a EFE Máximo Ángel García, párroco del convento de San Antonio de la capital abulense, es en este convento franciscano donde tal vez se viva con "mayor fervor".
La prueba, en su opinión, se encuentra en el número de asistentes que llenan hasta la puerta la iglesia, situada en el norte de la capital abulense, durante todo el día, pero, sobre todo, en las celebraciones eucarísticas de por la mañana, cuando se produce, a su conclusión, el reparto de los panecillos.
A las nueve y a las once de la mañana, así como al mediodía, el convento de San Antonio en Ávila se ha convertido en un hervidero de personas que han ido entrando y saliendo sin cesar no sólo a las misas que a esas horas se han celebrado sino también para depositar ofrendas y venerar la imagen del santo.
Según Máximo Ángel García, también se da la circunstancia de que, aunque la tradición de los panes se cumpla en conventos franciscanos "cercanos", como Valladolid, Soria o Madrid, en Ávila este rito coincide con la adquisición de la imagen del santo que todos veneran y preside el templo.
Precisamente, este año, se cumple un siglo de dicha compra, momento en el que se cree que empezaría el reparto de los bollos de pan de San Antonio a la comunidad.
"Es el santo de los pobres y de los necesitados", por lo que el símbolo es el pan, ha recordado el párroco de este convento, mostrándose satisfecho por que a la fiesta acude gente no sólo del barrio y de toda la capital abulense sino "de toda la provincia" e, incluso, de algunas provincias limítrofes.
Todos ellos se animan a pasar el día en los extensos jardines que hay en esta zona de la capital abulense y que también llevan el nombre del santo portugués que murió en Padua (Italia).
Precisamente, en el paseo central de estos jardines, a las 17 horas, se celebra la eucaristía más multitudinaria, aunque en ella no se realiza el reparto de los panecillos, una tarea de la que se encargan los miembros de la cofradía del santo, mientras se oye entonar el responso conocido por todos: "Si buscas milagros mira..."
Fuente: ABC
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