El proyecto de fin de carrera 'Termas de mar en San Sebastián', de la arquitecta abulense Alma Balmaseda, que ganó el premio Cerámica Ascer (Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos) en 2010, se muestra en una exposición en el Colegio de Arquitectos de Ávila.
Según explica la autora, el proyecto se sitúa "en el límite entre la montaña y el mar donde las cotas principales vienen definidas por los niveles de marea".
"Con el mar en temporal, el edificio es atravesado por las olas, que ascienden violentamente por las zonas inundables más públicas, donde el hormigón armado soporta estas presiones", explica.
Señala que "con el mar en calma, el agua se remansa y convierte al edificio en un lugar de intimidad, reposo y baño, todos los revestimientos en contacto con el cuerpo se construyen con cerámica".
El edificio se resuelve con dos piezas apoyadas una sobre la otra, "cada una tiene conexión con uno de los elementos característicos del emplazamiento: el mar y la montaña, el agua y la tierra".
"La intervención tiene la necesidad de poner en conexión arriba y abajo; fuera y dentro, esto se consigue mediante dos recorridos horizontales y una relación vertical", explica Balmaseda.
El proyecto supone que "en los espacios cerrados de cada pieza interesa mantener una conexión exclusiva hacia el elemento con el que se relaciona cada una, la de la montaña mirando hacia ella; la del mar abriéndose a él hasta tal punto que permite ser inundado y atravesado por las olas".
Fuente: 20 minutos
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