martes, 9 de agosto de 2011

La Muralla de Ávila, una historia de 17 siglos


La Muralla de Ávila es un recinto construido en el siglo XI cuyas características hacen que sea el mejor conservado de España y puede que de Europa”. Hasta ahora, era lo que rezaba en la mayoría de los folletos turísticos y lo que todo el mundo sabía del principal monumento de la capital abulense. Sin embargo, los últimos trabajos realizados han dejado al descubierto que eso no es cierto, que la Muralla, efectivamente, se alzó en esa época y tiene factura medieval, aunque sus cimientos, en algunos puntos, son bastante más antiguos; en concreto, “a partir del siglo IV y hasta el VII”, coincidiendo con la época tardorromana.


Así lo demuestran las “hiladas” encontradas en varios puntos del recinto, aunque hasta ahora no habían podido ser identificadas como tal, pues no tenían una “estratigrafía asociada”. Es decir, al realizar la muralla medieval, “vaciaron hasta el sustrato geológico” y “ahora salen todos los estratos que podía haber de cronología más antigua”.


La tipología de los sillares muestra una hilada en la puerta del Alcázar, en el Mercado Grande de la ciudad, aunque también se han encontrado restos similares en el Arco de San Vicente.


Se da la circunstancia de que cuando se realizó la excavación en este último punto –aparecieron un verraco (origen vettón) cuya existencia se indicará mediante la señalética que se va a instalar, y otro, exento-, en lo que ahora es el Jardín de Prisciliano, junto a la basílica de San Vicente, se observó “algo raro”, en palabras de la arqueóloga municipal, Rosa Ruiz Entrecanales.


Sin embargo, en ese momento, “no teníamos una secuencia en ningún otro sitio”, por lo que no se podía hablar de una etapa más antigua, ya que el resto correspondía a una misma época. Además, había que tener en cuenta que la propia puerta de San Vicente es medieval, con reutilización de sillares romanos, y que su franja de cimentación también es medieval.


Pero, al hacer la excavación en el Arco del Alcázar, tanto intramuros como extramuros, se observó que, en determinadas zonas –no en todas, por la altura del monumento-, hay una “ocupación” –varias hiladas- datada “a partir del siglo IV y hasta el VII”, que coincide con la época tardorromana y, por lo tanto, del mismo momento histórico que los restos encontrados por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León en la cabecera de la vecina iglesia de San Pedro.


Muchos más secretos

El que la Muralla de Ávila sea mucho más antigua de lo que se pensaba es, sin duda, un descubrimiento importante, aunque no el único de los secretos que guarda aún este monumento.


De hecho, durante la ejecución de la cuarta fase de las obras que se acometen ahora en el principal monumento de la ciudad, con cargo al uno por ciento Cultural y que, con un presupuesto de 1,1 millones de euros, se están ejecutando, por un periodo de trece meses, hasta la primavera de 2012, se están realizando otros hallazgos que están ayudando a conocer mejor este recinto de 2,5 kilómetros de longitud.


Según el concejal responsable de Turismo y Comercio en el Consistorio abulense, Héctor Palencia, esta fase de obras, que comprende desde el cubo número 41 hasta el Arco del Puente Adaja, ha dejado al descubierto la misma patología que sufre el resto del recinto, como es el provocado por el desprendimiento de mortero, aunque esa “enfermedad” no ha llegado a una fase tan pronunciada como en otros puntos de la Muralla.


Aquí se ha descubierto que el relleno que hace de la Muralla de Ávila el mejor recinto de sus características de España y puede que de Europa es “sólido”; es decir, en lugar del relleno habitual, tiene piedra y más arena que cal, lo que provoca un abombamiento que produce pequeñas grietas por las que se filtra el agua, con los consecuentes problemas de humedades que afectan al monumento. No es el único punto “sólido”, pues este relleno se ha encontrado en más tramos de los inicialmente previstos.


Así, se esperaba que el Arco del Puente Adaja estuviera hueco, como ocurre en el Arco del Carmen, en el lienzo norte, o en el lienzo del Alcázar, que también tiene “huecos”, al constituirse en un muro del propio alcázar medieval que hubo en este lugar. Sin embargo, en este caso, no está hueco ni el arco ni los dos cubos que custodian la puerta ni tampoco el lienzo, según se ha desprendido de las excavaciones realizadas en la parte no visitable de este acceso.


De hecho, según la arqueóloga municipal, todos estos trabajos están “cambiando las cronologías” que hasta ahora se conocían de la Muralla y los edificios que se encontraban a ella adosados, lo que ha permitido descubrir, además de la antigüedad de la cimentación del monumento, que el Alcázar y la Muralla estaban “imbricados”; es decir, en ese punto, existía el lienzo externo y, a partir de ahí, muros del alcázar, en lugar del relleno y el lienzo interno.


Junto con las intervenciones que se están realizando, los trabajos actuales en esta parte de la Muralla han permitido excavar, además, una caseta de aguas cuya existencia ya se conocía y que es “parecida” a otras que también se han hallado en otros puntos de la ciudad y que comenzaron a construirse en el siglo XVI, aunque la tipología de la que aquí se ha dejado al descubierto la podría ubicar entre ese siglo y el XVIII. Esta caseta, que ha resultado ser un pozo del que mana agua, se recuperará para poderla visitar.


Actuaciones restantes


Primero se pica, para quitar los morteros que están mal para, posteriormente, agregar el mortero y recolocar los ripios, de manera que desaparece lo que está mal y va adquiriendo el color característico de la piedra limpia, no envejecido, a la vez que se van guardando los agujeros correspondientes para los nidos de los vencejos, que ya forman parte del paisaje que rodea el monumento.


Son los trabajos que, desde el año 2006, se llevan a cabo en la Muralla de Ávila y cuyo resultado a muchos extraña, pues “parece recién construida”, aunque, como se puede comprobar, no es así.


Las intervenciones con cargo al uno por ciento Cultural han afectado ya al Paseo del Rastro, a la zona del Arco del Carmen y al lienzo sur, mientras que ahora se está actuando en el lienzo oeste, entre el cubo número 41 y el Arco del Puente Adaja.


Además, se ha intervenido específicamente, dos veces, en el Paseo del Rastro, relacionadas con la cimentación y el cubo, en el Arco del Carmen y en el cubo número 4, tras el desprendimiento de una piedra.


En una próxima intervención, de nuevo con cargo al uno por ciento Cultural, que ya se ha confirmado, se actuará entre el Arco del Mariscal y el cubo número 41, con una inversión, por parte del Ministerio de Fomento –aporta el 75 por ciento del presupuesto, mientras que el Ayuntamiento invierte el 25 por ciento restante-, de 853.385 euros, de manera que únicamente quedará el lienzo este y el tramo correspondiente al cimorro de la Catedral, lo que permitirá también realizar nuevas excavaciones para continuar descubriendo más secretos que seguro guarda la Muralla.


Cuando se realicen los trabajos que ahora ya se han aprobado, se habrán llevado a cabo actuaciones en 2,3 kilómetros de los 2,5 que tiene de perímetro la Muralla, con un presupuesto total de 1,3 millones de euros.


Fuente: León Noticias

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