El Centro de Formación de la Policía de Ávila acogerá en septiembre y a principios del próximo año por primera vez las pruebas físicas de acceso a las escalas Básica y Ejecutiva, que durante más de una semana reunirán hasta 30.000 aspirantes a entrar en el Cuerpo.
Se trata de una de las medidas adoptadas para compensar la pérdida de actividad de esta especie de universidad policial, tras la drástica caída de la oferta de empleo público que ha hecho que en apenas cuatro años las instalaciones hayan pasado de albergar 5.000 futuros policías, a los 500 actuales.
Así lo ha adelantado a Efe el nuevo director de la conocida como Escuela de Policía, Marceliano Gutiérrez, que a sus 62 años sustituyó el pasado 4 de mayo a Francisco Marcelino Pérez, quien permaneció durante 13 años en el cargo.
Consciente de esta situación, Gutiérrez ha explicado diferentes iniciativas para que el centro mantenga una actividad constante de entre 1.000 y 1.500 personas, ya que la influencia económica de este campus universitario policial es muy importante para la ciudad.
Una de ellas, aunque se trate de algo puntual en determinadas fechas del año, será el traslado a Ávila de las pruebas físicas de acceso a la Escala Básica y a la Ejecutiva, que en el primero de los casos solo el año pasado reunieron en Madrid a cerca de 30.000 personas en la última convocatoria.
Según el nuevo director, se trata de pruebas físicas para el ingreso, que durante una semana "colapsarán" la ciudad, ya que los aspirantes también acuden con sus respectivas familias.
Está previsto que la primera 'invasión' se produzca a principios del próximo septiembre, mientras que la segunda llegará en los primeros días de 2013.
Esta imagen contrasta con la situación actual del centro, que una vez finalizado el curso se encuentra casi vacío, porque solo acoge los últimos días del curso de formación de la XXXIII promoción de policías locales de Castilla y León 14 alumnos-, así como un curso de reciclaje de los 150 profesores de la Policía y la USAL.
Gutiérrez recuerda el "cambio sustantivo" que desde el próximo septiembre experimentará este centro, que pasará a denominarse Escuela Nacional de Policía, de manera que "abarcará más actividades, además de las de formación de ingreso".
Así, en Ávila se impartirá todo el ciclo completo desde policías hasta inspectores, pasando por oficiales y subinspectores.
Además, desde la Dirección General de la Policía se pretende "aumentar la presencia de cursos internacionales", entre los que figurarán algunos de la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados Miembros de la Unión (Frontex), algunos de cuyos responsables ya visitaron el centro el pasado 27 de junio.
En este contexto, la Escuela de Ávila se convertirá también en centro asociado de la Escuela de Policía Europea, lo que junto a otros seminarios internacionales, como el que la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) celebrará en octubre, consolidará la proyección exterior de estas instalaciones.
Todas estas circunstancias, sumadas a la "colaboración con otros colectivos", mantendrán el Centro de Formación con una media de entre 1.000 y 1.500 personas de manera constante, gracias también a los cursos de actualización y especialización, que pueden suponer en torno a 700 personas más.
Estos pasos tratan de mantener la actividad de un centro de formación que acogió la última jura multitudinaria el pasado 15 de junio, cuando en presencia del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, juraron el cargo 1.952 policías.
Según Marceliano Gutiérrez, el descenso de la oferta de empleo público no repercutirá en la seguridad, ya que "el catálogo del Cuerpo Nacional de Policía está bastante cubierto", con plantillas que se encuentran en algunos casos cubiertas al "98 o 99 por ciento".
Fuente: ABC
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