domingo, 5 de junio de 2011

Los vinos de Cebreros

Quien viaje a Gredos debe saber que emprende un viaje por los cinco sentidos, en el que la generosa naturaleza le obsequiará con parajes de belleza, aroma y sonoridad deslumbrantes, y en el que le esperan a la mesa platos de exquisita sencillez, regados por los caldos más conocidos de Ávila: los vinos de Cebreros.



Tintos, rosados y blancos jóvenes, los vinos de Cebreros se elaboran sobre la base de las dos grandes viníferas tradicionales: la garnacha tinta y la albillo blanca. Su carácter frutoso, su riqueza de polifenoles y el adecuado proceso de maduración han dado a este notable vino una merecida fama en las provincias limítrofes, si bien la hasta ahora escasa organización colectiva de los viticultores no ha permitido una mayor difusión.

Las viejas cepas de la comarca vitivinícola de Cebreros, la mayoría con más de 20 años, están enraizadas a los pies de duras montañas y entre empinadas cuestas de las riberas del Alberche y del curso alto del Tiétar. El acusado clima continental de esta zona, con inviernos fríos, pocas precipitaciones y bastantes horas de sol, favorecen, junto con la pobreza en elementos fertilizantes del terreno, la producción de vinos con altos niveles de calidad.

En la comarca de Cebreros, las grandes cooperativas y los almacenistas conviven con pequeñas bodegas de corte familiar. El tamaño medio de las parcelas es de 0'37 hectáreas, predominando las plantaciones de pie bajo, a marco real y a tresbolillo. En la foografía, perteciente a la Diputación de Ávila, imagen de una bodega.

Los visitantes que, después de disfrutar de estos caldos, quieran adquirirlos pueden hacerlo en tiendas especializadas de la provincia y del resto de la Comunidad.

Una buena oportunidad para conocer Cebreros

Conocer el vino de Cebreros es una buen pretexto para visitar la localidad que le da nombre, centro neurálgico del área de producción. Entre los lugares que merece la pena visitar destaca el antiguo convento franciscano que aún se conserva, del que llama la atención su torre y su portada isabelina.

Muy cerca está, ya en el fértil valle del Alberche, El Tiemblo, uno de los numerosos lugares donde se pueden practicar deportes acuáticos. El embalse se encuentra a pocos kilómetros y *ofrece muchas posibilidades. De su conjunto urbano destaca la iglesia parroquial del siglo XVI.

Fuente: Venagredos

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