jueves, 16 de junio de 2011

El Carril de Los Galayos


La historia del alpinismo español está marcada por un impresionante cuchillar granítico, que ha sido reto de escaladores desde hace décadas: Los Galayos. Centro de peregrinación de montañeros, es también lugar predilecto de los excursionistas que, durante estos meses, recorren el camino que asciende por la garganta del Río Pelayo hacia la Mira conocido como el Carril de los Galayos.


Las sobrecogedoras vistas de este paisaje glaciar son motivo más que suficiente para emprender el empinado sendero, muy peligroso en invierno y no exento de dificultades en verano. Desde abajo, el caminante queda impresionado por la imponentes agujas; desde arriba, puede contemplar toda la crestería del galayar.


El sendero, PR-AV-43, se inicia en la Plataforma del Nogal del Barranco, un lugar conocido al que se accede desde el pueblo de Guisando, que cuenta con un aparcamiento donde dejar el coche. Aquí nos encontramos un agradable kiosco y un merendero, además de la famosa estatua del Macho Montés, que hace que este lugar sea conocido en la zona como La Cabra.


El primer tramo del camino, bien señalizado, nos lleva hasta la Apretura. Este paraje se caracteriza por la acumulación de bloques graníticos, "derrubios", que se han desprendido de las paredes verticales por la acción del hielo. Es entonces cuando el camino se vuelve más difícil, sólo salvable gracias al trazado de las Zetas que llevan hasta el Refugio Victory, construido en 1949 sobre la antigua "Majada de las Borras" y actualmente propiedad del Grupo Gredos de Montaña. Para más información (horarios, precios, etc.) es conveniente contactar con ellos.


Desde allí, podremos continuar hacia La Mira, pero teniendo en cuenta que no debemos entrar por un canal corto, a la derecha, que nos conduciría a un barranco sin salida y tendríamos que dar la vuelta. Desde el mirador de piedra de La Mira, podremos divisar toda la Sierra de Gredos, el Valle del Tiétar e incluso los Montes de Toledo. Es hora, entonces, de comenzar la bajada, siempre recordando que es mucho más peligrosa que la subida y que es necesario poner mayor atención y cuidado.


Durante el camino, es muy habitual encontrarse con diferentes ejemplares de cabra montés, símbolo y animal más emblemático del Parque Regional de la Sierra de Gredos, además de pieza de caza muy codiciada desde hace muchísimos años. También es corriente divisar el ave montañera por excelencia: el acentor alpino. En cuanto a la flora, podemos observar los piornales de alta montaña.


Para hacer esta travesía, de dificultad media en el tramo inicial y alta en el final, es necesario llevar un buen equipo y tener cierta preparación física. Es necesario llevar gorra, protección solar y agua, además de algo de comida.


Fuente: Venagredos

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