miércoles, 4 de mayo de 2011

«Santa Teresa gustaba a todo el mundo porque hablaba como escribía»

«Era una innovadora de costumbres de mujeres y varones, en aquel siglo por excelencia machista; escritora, era fuerte frente a la adversidad, obediente hasta extremos heroicos, sobria, viviendo en libertad, con carácter alegre y humorista, amiga leal y fiel». Asunción Aguirrezábal, especialista en la obra teresiana, descifra las claves de Santa Teresa en el Aula de Cultura de EL NORTE DE CASTILLA, que tiene el patrocinio de la Junta de Castilla y León y de la Obra Social de La Caixa.

-¿Considera a Santa Teresa una mujer actual, 500 años después de su nacimiento?

-Por supuesto. Sus escritos se siguen leyendo y editando después de tanto tiempo y ahora sin los tachones y borrones que tuvieron que soportar por haberlos escrito una mujer.


-¿Destacaba por su personalidad física e intelectual?


-Era guapa, atrayente y desde pequeña había leído mucho y se había formado culturalmente, en una época en el que el 90% de las mujeres eran analfabetas.


-¿Cómo transmitió las claves de su existencia?


-Por lo que gustaba y gusta a todo el mundo es porque Santa Teresa hablaba como escribía o escribía como hablaba, que viene a ser lo mismo.


-¿Conjugaba el sentido y el destino humano?


-Ella que se consideraba ruin y pecadora, tuvo las visiones de Cristo a su lado. Dios habitaba dentro de ella, veía y presentía lo que sucedía en otros lugares.


-Era libre y obediente, ¿cómo se explica?


-La gustaba hablar y reír con la gente. Era libre en sus expresiones y también obediente cuando le sugirieron que no fuese tan 'frívola'.


-¿Escribir era una de sus grandes vocaciones?


-Tanto que cuando le pedían que escribiese lo que contaba, ella misma se hacía la tinta y afilaba sus plumas. Fue valiente y luchadora, en una época machista.


-¿Deslumbraba con su estilo literario?


-Hasta Cervantes, Lope y Azorín destacaban el estilo de Santa Teresa, un estilo que enganchaba y siguen enganchando a quienes leen sus obras.


-Decía que quería pocas monjas y pobres para rezar en paz.


-No quería melindrosas a su lado. Quería mujeres dispuestas a tener 'espíritu varonil' que no tuvieran miedo. Rezar para llegar a la paz interior.


-¿La soledad fue su compañera al final?


-Ya en la etapa final de su vida, cuando se fue retirando hacia el pensamiento interior y poder escribir serenamente.


-En Internet hay grandes debates en torno a Santa Teresa.


-Eso demuestra la actualidad de una persona única.

Fuente: El Norte de Castilla

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