jueves, 23 de septiembre de 2010
Un abulense en Madrid
Cuando en 1587, Tomás Luis de Victoria -abulense universal y probablemente el mejor compositor español de todos los tiempos- regresa a Madrid -tras pasar 20 años en Roma, donde estudió (muy posiblemente a las órdenes del gran Palestrina) y ejerció como profesor en el Collegium Germanicum, donde posteriormente sería nombrado maestro di cappella, sucediendo en el cargo al propio Palestrina (algunos señalan que propuesto por el propio maestro)-, ya había vivido gran parte de su vida y había creado ya una importante parte de su corpus compositivo, sin embargo, lejos de acomodarse, el maestro, que en Madrid ostentó el cargo de capellán y maestro de coro del Real Convento de las Clarisas Descalzas, siguió creando y editando diversas publicaciones de sus obras sacras -no compuso música profana, recordemos-. Leer más en Doble Barra...
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